¿Cuáles son los principales riesgos en el desarrollo de un nuevo negocio?

Cuando decidimos materializar nuestra idea de negocio, habitualmente convirtiéndose en trabajador autónomo o freelance, será fundamental tomar conciencia de que, aunque supone una tarea fascinante y totalmente recomendable, este proceso no puede considerarse “un camino de rosas”, sino que deberemos hacer frente a una serie de dificultades que suponen un riesgo para el éxito de nuestro esfuerzo y trabajo diario.

En este sentido, la plataforma online Trabajando Freelance, dedicada a la oferta y demanda de trabajo para este colectivo, ha confeccionado una lista con los principales errores que comenten las personas emprendedoras en la ejecución de sus proyectos de emprendimiento, los cuales pasamos a resumir a continuación:

• No considerar los aspectos críticos para la puesta en marcha de una idea de negocio; cuando decidimos convertirnos en emprendedores será esencial analizar a quien queremos dirigirnos realmente, es decir, definir nuestro mercado de actuación y establecer qué perfil constituye nuestro público objetivo. Asimismo, deberemos dejarnos de romanticismos y considerar fríamente si nuestra idea de negocio puede llegar a ser rentable, determinando a partir de ahí los objetivos a cumplir.

• No asumir las deficiencias en la concepción del modelo empresarial; como se ha comentado en el punto anterior, hay que asumir que, salvo contadas excepciones ampliamente conocidas y relacionadas con el mundo de las TICs, por muy genial que pueda parecernos nuestro proyecto, no seremos ricos en seis meses… Por tanto, habrá que llevar a cabo una previsión realista de los ingresos y gastos que supondrá el lanzamiento al mercado de nuestro producto o servicio, con objeto de sopesar si contamos con los recursos propios suficientes o deberemos buscar fuentes de financiación externas. De forma análoga será necesario desarrollar un plan de acción, en cuanto a la estructuración de nuestro negocio, la planificación concreta de nuestras actividades o la forma más adecuada para establecer una relación con nuestros clientes potenciales.

• No prestar atención a las amenazas externas; una idea de negocio genial puede convertirse en un fracaso estrepitoso si no tomamos en consideración los factores que condicionan el entorno en el que se llevará a cabo, por lo que, además de los aspectos anteriores, deberemos identificar a nuestros competidores potenciales, así como estar atentos a los cambios que se produzcan en nuestro mercado de actuación a todos los niveles, para poder anticiparnos a ellos y reducir su influencia sobre nuestro modelo de negocio. Esta actitud proactiva posibilitará también el descubrimiento de oportunidades comerciales.

• Cuidar la ejecución y el servicio que se presta al cliente; para contribuir al éxito de una idea de negocio será preciso tener claro los recursos con los que contamos y establecer los factores clave que nuestro mercado espera, con objeto de concentrar estos recursos limitados en la consecución prioritaria de los mismos.