10 actitudes de un emprendedor

Iniciar un negocio supone metafóricamente una carrera de obstáculos que deberás superar con tus propias actitudes. La experiencia nos ha hecho recopilar diez de las actitudes mejor valoradas a la hora de crear un negocio y emprender un proyecto. Te las desgranamos a continuación esperando que las tengas todas, y si no fuera así, que puedas adquirirlas para llevar a cabo tu empresa.

Flexibilidad: emprender un negocio va revolucionar todos tus planes, la agenda cambiará continuamente, conocerás a gentes mientras pierdes a otras. Si no eres flexible y no sabes adaptarte a los cambios lo puedes pasar muy mal.

Energía: un negocio va a requerir de ti toda la energía que le puedas dedicar, no importa el número de horas. Es una empresa que agota. Así que antes de dar el paso recarga energías y prepárate para gastarte.

Aguante: una vez que tienes las pilas cargadas y estas dispuesto a asumir los riesgos y alterar tu modo de vida debes saber que emprender supone aguantar. No todo serán parabienes, tendrás momentos en los que el mundo se te vendrá encima.

Comunicación: la comunicación de un emprendedor no solo está dirigida a los clientes, sino también a los trabajadores, a los que no puedes tratar como amigos.

Organización: si ya has creado tu plan de negocio sabrás que en una empresa la organización es la clave: asignar tareas, planificar, controlar y volver a comenzar.

Fe de errores: equivocarse es de humanos, pero errar una y otra vez en el mismo punto es de zoquetes. Acepta las críticas y haz una autoevaluación. Los errores son oportunidades.

Riesgo: emprender es asumir riesgos, pero desde la intuición y el conocimiento previo. Infórmate antes de tomar una decisión arriesgada, calcula hasta dónde puedes llegar. Quizás puedas encontrar otro modo de alcanzar la misma meta, pero si no arriesgas no lo sabrás.

Gestión: la gestión del negocio es fundamental, si no sabes gestionar quizás tengas que delegar.

Delegación: aunque seas el creador de la empresa, no tienes porqué saberlo todo y llevarlo todo adelante. Aprende a delegar, busca personas de confianza, pero sin dejar tus responsabilidades de lado.

Soporte: aunque delegues tendrás que tomar decisiones, muchas de ellas soportando una gran presión y responsabilidad. Por eso consultar con tu equipo te puede ayudar.

Si tienes estas actitudes y una buena idea ya nada te falta para iniciar la aventura de emprender.