La Fundación Biodiversidad explica la relación entre el Burren y la custodia del territorio

Podríamos definir el Burren, según la Fundación Biodiversidad, como un proyecto para la conservación en Irlanda.

El Burren es, por su parte, uno de los proyectos agromedioambientales que podríamos destacar tanto en Irlanda como en el resto de Europa en general. Aquí tiene lugar el Winterage, definida como una microtrashumancia que conforme pasa al tiempo han ido realizando más ganaderos con sus vacas. Éstos se encargan de llevar a sus vacas a los pastos invernales, que son los pavimentos de roca caliza con hierba abundante del que se alimentaran todas las vacas y a su vez las mantendrá secas.

Éste se caracteriza principalmente por ser un momento de fiesta y sobre todo de celebración y que en ningún lugar de Irlanda se deja pasar, ya que es realmente famoso en el país e incluso en el mundo entero.

El proyecto de El Burren cumple exhaustivamente cada una de las condiciones que pide que se lleven a cabo el programa de custodia. En este sentido implica de forma directa a cada uno de los propietarios y usuarios del terreno que son específicamente los ganaderos de la zona. Además, también cuenta con la tutela de una entidad de custodia, denominada en este caso el Burrenbeo Trust.

Por su parte, es importante saber que El Burren no se suele trabajar por un tipo de modelo de gestión específico, sino que se tienen en cuenta en todo momento las ideas de los propios granjeros. Esto es así porque ellos son los verdaderos entendidos en la gestión de todas y cada una de las explotaciones que llevan a cabo.

Además, debemos saber que los propios granjeros son los que normalmente ponen más empeño en mejorar sus propias fincas, ya que les pertenecen y a su vez inician en todo momento una serie de trabajos que consiguen situarlos entre las fincas mejor cuidadas de El Burren.

El proyecto a su vez también tiene en cuenta la creación de una serie de infraestructuras. En este sentido se tienen en cuenta los cerramientos de piedra seca, puntos de agua, que están adaptados a cualquier tejado o superficie plana que recoja un poco el agua de lluvia que pueda llegar a caer.

Por su parte, un punto verdaderamente importante es que prácticamente no existe papeleo. En este sentido, los técnicos encargados de las inspecciones explican que ellos ya saben instalar un depósito de agua de 3000 litros, al igual que saben realizar el resto de las tareas que puedan tener que ver de una forma u otra con este interesante proyecto denominado El Burren.