Pasar de empresa familiar a Sociedad anónima

Tras el fallecimiento de Isidoro Álvarez, propietario de El Corte Inglés, muchos medios de comunicación han puesto el punto de atención en si el heredero del emporio será capaz de mantener una de las empresa privadas con más empleados de España como una propiedad familiar o si por el contrario deberá sumar al nombre de la marca las siglas de “Sociedad Anónima”. Hasta ahora, El Corte Inglés ha sobrevivido (con bastante holgura) bajo la dirección de un clan familiar que ha encontrado financiación en créditos bancarios. Sin embargo, la internacionalización de la empresa puede requerir ingresos extras que solo la bolsa es capaz de aportar. Este proceso, de producirse, transformará una gran empresa familiar en una sociedad anónima. Un ejemplo que pueden seguir muchos otros.

Sociedad anónima familiar

En Europa se está implantando una fórmula de Sociedad anónima en la que los socios son los propios miembros de la unidad familiar. El cambio estructural y organizativo que conlleva supone una responsabilidad limitada entre los socios bajo el amparo de la legislación. Se obtienen las ventajas de incorporar fuentes de ingreso externas, pero controlando quién entra en el seno de la familia y la responsabilidad de cada socio, evitando el riesgo de perder el patrimonio si la empresa comienza a acumular deudas.

La Sociedad familiar es una invitación a las empresas, que como El Corte Inglés, tienen una gran facturación (14000 millones de euros en 2013), impulsando el crecimiento (internacionalización) de una forma alternativa a la Sociedad anónima, donde el poder queda distribuido entre varios miles de accionistas. El modelo de constitución como Sociedad familiar (aún ajeno a las leyes españolas) permite heredar la empresa, como pasa en una familia, evitando que el trabajo de años sea aprovechado por personas que nada han tenido que ver con la compañía.

Hacer de una Sociedad anónima familiar en España parte del hecho de que al menos el 51% del capital pertenezca a la familia. Lo que no es difícil en el caso de propietarios, puesto que solo se trata de realizar una ampliación inferior al 100% del capital calculado en el momento de salir a bolsa. El cabeza de familia puede seguir siéndolo de la empresa y mantener un organigrama más o menos casero. En definitiva, una opción a tener en cuenta.