Rondas de inversores y alternativas de financiación

Cuando un emprendedor necesita financiación y recurre a una ronda con inversores los primeros treinta segundos son los decisivos. Por lo general las intervenciones no duran más de 10 minutos en el mejor de los casos, si bien, el primer minuto es suficiente para que muchos inversores decidan invertir o no. Por eso es fundamental que el emprendedor esté plenamente preparado.

Santiago Íñiguez, profesor del IE Business school apunta a que en una ronda de inversión el emprendedor se debe devanar los sesos como si estuviera escribiendo un “tweet”: la máxima información en el menor número de palabras. Algo que le servirá en posteriores estrategias de marketing con las que deberá convencer al cliente también en el mínimo espacio de tiempo.

Se aconseja acudir a una ronda de inversores como última alternativa para encontrar inversores y poner el marcha el proyecto empresarial. Entre otras cosas porque el inversor se queda con una buena porción del negocio para sí.

El proceso de búsqueda de financiación, según Liz Fleming, pasa primero por buscar alternativas de financiación pública y subvenciones; en segundo lugar a acudir a los departamentos universitarios que puedan estar interesados en la idea; como tercera opción está la familia, amigos y demás “locos” dispuestos a prestar el dinero y para posteriormente pasar a la financiación bancaria y en último término a los inversores.

Si finalmente la financiación externa es la única opción disponible se deben considerar algunos pasos básicos:

1. Conocer el mercado, establecer su funcionamiento y la rentabilidad de la idea de negocio.
2. Saber cuándo es el momento de participar en una ronda de financiación.

Un inversor espera obtener entre cinco y diez veces lo invertido. Esto supone que la empresa debe manejar márgenes de beneficio por encima del 30%, según apunta Fleming. Pero antes que hay convencer.

Los analistas que participan en estas rondas de financiación aconsejan preparar una presentación de 30 segundos, donde se apunta lo básico de la empresa y ensayarlo tantas veces como se pueda, preferiblemente con público. Quizás la primera ronda no sea fructífera, pero te llevarás contigo la experiencia.