5 formas de encontrar la inspiración

A la hora de dar impulso a un proyecto, e incluso de encontrarlo, el proceso pasa por una inspiración que desate la creatividad necesaria para llevar a cabo cualquier cosa que nos propongamos, especialmente si nos encontramos cursando unos estudios que requieren de un desenlace positivo y con futuro. Muchos te dirán qué hacer para ser emprendedor, cómo hacerlo y demás pasos necesarios, sin embargo hoy vamos a centrarnos en los cimientos de esos sueños, en las mejores formas de encontrar la inspiración.

Pintar mandalas

Durante los últimos años la técnica de pintar mandalas con colores se ha convertido en todo un estímulo para las personas adultas, ya que además de potenciar la concentración también estimula la creatividad en función de los colores que nos dicta el inconsciente. Pintar mandalas supone un soplo meditativo al mismo tiempo que la mente liberada permite un mayor flujo de ideas que ni siquiera te habías planteado «en caliente».

Lluvia de ideas

La también conocida como brainstorm consiste en la sencilla pero efectiva idea de escribir en un folio en blanco todas las ideas que se nos pasan por la cabeza. Apúntalas, selecciona las más importantes, establece una relación entre ellas y obtén el concepto global que definiría ese proyecto al que no terminas de dar forma. Funciona.

Asistir a conferencias

Si más o menos sabemos por donde irán los tiros de nuestro proyecto pero aún no nos decidimos quizás lo mejor sea completar nuestras inseguridad sumergiéndonos en lugares y situaciones en las que podamos conocer a otras personas de trayectorias consolidadas y mucha ayuda que aportar. Las conferencias o ponencias son un buen modo de refrescar las ideas, resolver dudas e incluso completar nuestras inquietudes.

Viajar

Aunque pueda sonar a tontería, viajar nos permite abrir miras, descubrir negocios, establecimientos y estilos de vida diferentes a los de ese pequeño micromundo en el que vivimos y donde las ideas no fluyen del todo. Viajar siempre es sinónimo de inspiración y, como tal, cualquier mínima idea que tengas se verá elevada a la más alta potencia en cuanto visites esa ciudad más avanzada, una zona rural con carencias, una isla en la que es el momento de invertir o un plato chino que de ser conocido en Occidente sería un éxito. Los matices son (casi) infinitos.

Iniciar un proyecto

Muchas veces encontrar nuestro proyecto pasa por comenzar otro que, aunque no nos convence del todo, sí nos ayuda a ponernos en situación, movernos y activar otras ideas que creíamos dormidas. Equivocarse es de sabios y reciclarse la fase más usual cuando iniciamos un proyecto más fácil o menos arriesgado que nos aporta las suficientes tablas para lanzarnos a la piscina definitiva.