Los grandes proyectos inmobiliarios de España comienzan a quitarse el polvo de encima

El panorama inmobiliario está cambiando en España, y parece ser que de ello se están percatando ya grandes inversores internacionales, el propio Estado y las compañías patrias como OHL, Essentium o Assignia, que están viendo cómo el motor económico vuelve a rugir; eso sí, poco a poco. Durante 2014 Madrid recibió inversiones del sector por valor de más de 10.000 millones de euros, situándose a la altura de ciudades como Londres, Nueva York o Tokio; y recuperando cifras que desde 2007 no se veían por estos lares. ¿Optimismo?¿Brotes verdes? Sea como sea ahí están los datos, que acompañados de la reducción de las cifras de desempleo y la salida de la recesión hacen que el panorama vuelva a pintar esperanzador. El mercado debe estabilizarse aún, sí, pero también hay más razones para confiar, pues atendiendo a un estudio elaborado recientemente por la consultora inmobiliaria CBRE estamos ya en la senda correcta, ya que las previsiones indican que para antes de finalizar 2016 el mercado inmobiliario español y la financiación aparejada habrán vuelvo definitivamente a la normalidad.

De ahí que se estén comenzando a desempolvar grandes proyectos urbanísticos por todo el país por parte de las constructoras que empujan el carro en el país, empresas tales como ACS, OHL, Essentium, Assignia o Dragados; y que Madrid y Barcelona estén viendo cómo el panorama proyecta cambios muy fuertes. Por ejemplo en la ciudad condal nos encontramos con la operación Sagrera, que tras haber recaído en varios problemas judiciales a raíz de malversaciones y delitos varios parece que su finalización se ve en un horizonte no muy lejano. Un ambicioso proyecto de 650 millones de euros en el que se pretende regenerar 164 hectáreas llenas de vías ferroviarias y equipamientos industriales, edificando en su lugar viviendas, un área comercial, y la perla de la corona, la estación del AVE. De todas maneras Barcelona verá muchos cambios en su fisonomía próximamente, pues además del tema de la Sagrera hay otros proyectos de importancia como la rehabilitación del eje Diagonal-Besós y la Vía Augusta, en Sarriá.

Y qué decir de Madrid y la “operación Chamartín”, un megaproyecto que cambiará totalmente el distrito Castellana Norte y que había quedado en el cajón a la espera de nuevos tiempos. Un enorme plan, propio de los grandes como OHL, Essentium o Assignia donde se pretende construir y reformar más de 3 millones de metros cuadrados de la zona, y más concretamente entre la estación de Chamartín y la M-40. Éste se trata probablemente del buque insignia del país, pues con el levantamiento de un gran complejo financiero en la capital, que competirá directamente con las urbes más importantes del mundo, Madrid cambiará; y mucho además. Y es que dentro de la inversión de más de 6.000 millones de euros que se concentrará en la zona de mano del BBVA y otras entidades se levantarán rascacielos, viviendas, zonas verdes, zonas comerciales y equipamientos de todo tipo para la ciudadanía. En Madrid también prometen resurgir de igual manera otros proyectos que habían quedado empolvados de manos de constructoras como Dragados, FCC, Essentium o Assignia; como el desarrollo urbanístico de los terrenos que dan cobijo al Vicente Calderón o el plan de Plaza España, donde se pretende regenerar toda la zona que rodea al emblemático rascacielos, que pasará a ser un hotel de lujo.

Claro está que Valencia, otra de las grandes urbes del país, no podía quedar atrás, pues nos encontramos con obras como la del Parque Central, con un megaproyecto para regenerar la zona con un área verde de más de 110.000 metros cuadrados, junto a Russafa y Malilla. Se trata de un proyecto que también ha estado en el tintero desde 2003 y que ya está comenzando a tomar forma. Lo mismo que sucede en Bilbao con la apertura del Canal de Deusto, que tras largos años de planeación y largas se comenzó recientemente con el proyecto que convertiría esta marchita península de viejos edificios industriales en “la nueva Manhattan” del norte, creando una isla artificial en medio de Bilbao con equipamientos e edificaciones de última generación.

En definitiva, a pesar de que muchos ciudadanos no lo noten, el país está comenzando a calibrar la maquinaria y el vertebrado español de la construcción está empezando a mover sus enormes pies gracias a la labor de los grandes: OHL, Essentium, ACS, FCC, Assignia y Dragados. Ahora sólo cabe esperar que todo se haga de manera inteligente y organizada, pues no se pueden volver a repetir los mismos errores que antaño.